Lidiar con la alta estigmatización que tiene consultar con un psicólogo es difícil…y sobretodo con tu círculo más cercano. Comentarios como: “Para que vas a un psicólogo si eso es de locos” o “Qué necesidad de ir ahí a hablar de tus cosas teniendo tantos amigos..”, pueden hacer que nos cuestionemos si hemos tomado la mejor decisión.

Sobretodo porque entre las cosas que uno más necesita en esos momentos, es sentirse apoyado, escuchado y validado.  

Sin embargo, creo que aún más difícil, es enfrentarse con uno mismo en el camino. El proceso es complejo al principio y por qué no decirlo, al final también. Uno puede incluso no saber muy bien qué hace ahí.  Poco a poco nos vamos acomodando a esa “instancia” tan enjuiciada por otros, vamos conociendo aspectos de nosotros mismos “desconocidos”, que en ocasiones, implican recordar historias que pueden no ser bonitas. 

Por eso yo siempre les digo a todos mis pacientes, que son unos valientes, por atreverse a dar el paso, ese paso tan temido pero que nos acerca a ser más libres.